¿Cuáles son las principales metas de Women in Mining Perú para los próximos cinco años en cuanto a equidad de género en la minería?
Nuestra visión está enfocada en mover a dos dígitos la cifra actual que representa la participación de la mujer en la minería. Sabemos que esto significa un arduo trabajo que no depende solo de nosotras, sino de varios actores: Estado, empresa y sociedad civil. En WiM Perú seguimos avanzando en nuestras iniciativas, con el objetivo de fortalecer su impacto. Un ejemplo de ello es nuestro programa Kuraq Ñañayki (“Tu hermana mayor”), dirigido a niñas de tercero, cuarto y quinto año de secundaria. En el 2022 alcanzamos a 220 estudiantes, y en el 2024 cerramos con 1,833 participantes. Para el 2025, la meta es 2,200 estudiantes. Este crecimiento ha sido posible gracias al compromiso voluntario de nuestras asociadas y al valioso apoyo de las empresas aliadas.
De igual manera, en la actualidad, la gestión que presido y que culmina en el 2027, tiene como enfoque principal a nuestras asociadas. Somos más de 3,000 mujeres, entre estudiantes y profesionales, distribuidas en todas las regiones del país. En ese marco, hemos creado un nuevo Comité de Asociadas, que viene impulsando acciones orientadas a fortalecer su desarrollo profesional, consolidar su participación en todos los niveles del ecosistema minero y brindar herramientas para enfrentar los desafíos del sector, además de crear espacios que fortalezcan la red de contactos entre nosotras.
Asimismo, venimos impulsando iniciativas dirigidas a nuestros aliados institucionales, conformados por 54 empresas del sector minero y sus proveedores. Una de ellas es el Programa de Buenas Prácticas para la Inclusión de la Mujer en la Minería, un espacio de intercambio donde las empresas comparten sus experiencias, logros y aprendizajes.
¿Qué más implementarán para aumentar la participación femenina en el sector minero?
Además del programa Kuraq Ñañayki, también contamos con otras iniciativas que promueven la empleabilidad de más mujeres en el sector. Una de ellas es el programa Umalliq Warmi, dirigido a mujeres recién egresadas de carreras de ciencias, ingeniería, letras y humanidades, provenientes de todas las regiones del país.
Este programa tiene un formato híbrido, con una etapa presencial que se lleva a cabo en la ciudad de Lima, en las oficinas de la Escuela de Postgrado Gerens. A la fecha, contamos con 119 egresadas, de las cuales el 82% ya se encuentra trabajando dentro del ecosistema minero. La malla curricular incluye cuatro módulos diseñados para fortalecer tanto habilidades técnicas como power skills. Al finalizar, nuestras becarias están preparadas para integrarse y aportar significativamente en las empresas del sector.
Otro programa destacado de WiM Perú es el de Mentoring, que actualmente desarrolla una edición internacional con la participación de mentores y mentees de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, México, Perú y el Reino Unido. Este programa se enriquece no solo por su diversidad cultural, sino también por la experiencia de sus mentores —hombres y mujeres—, quienes trabajan en parejas con el objetivo de trazar una línea de carrera alineada a las metas profesionales de sus mentees.
Hasta el 2024, 322 parejas han formado parte del programa. Este año, la convocatoria ya fue cerrada y el equipo se encuentra en proceso de revisión de la información enviada por cada postulante.
También, contamos con una plataforma de Bolsa de Trabajo, a través de la cual nuestras empresas aliadas publican sus convocatorias y estas llegan directamente a nuestras asociadas.
Como se puede apreciar, desde WiM Perú seguimos impulsando con convicción un crecimiento colectivo, porque sabemos que alcanzar metas ambiciosas —como llegar a una participación femenina de dos dígitos en la industria minera— solo es posible si avanzamos juntos y con el compromiso de todos los actores del ecosistema. Necesitamos atraer y potenciar el mejor talento, en una industria clave para el desarrollo sostenible del país.
¿Cómo planean trabajar con las empresas mineras y el Estado para cerrar las brechas de género en la industria?
En lo que va del año, hemos sostenido importantes reuniones con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, así como con el Ministerio del Ambiente. Estos acercamientos marcan el inicio de futuras acciones y sinergias que estamos trabajando, alineadas con nuestro propósito.
En WiM Perú, las empresas mineras y proveedoras que se adhieren a nuestra organización son reconocidas como aliados institucionales. Estas empresas han pasado previamente por una evaluación de madurez en sus acciones orientadas a promover la inserción y permanencia de más mujeres en el sector, garantizando un entorno óptimo para su desarrollo y desempeño. Además, buscamos trabajar conjuntamente mediante la difusión y promoción de sus buenas prácticas, así como brindando acompañamiento en la implementación de planes, políticas y programas que impulsen la participación y diversidad femenina en la industria minera.
Asimismo, para construir una industria verdaderamente inclusiva, es fundamental que las empresas mineras no solo lideren con el ejemplo, sino que también motiven a sus proveedores a sumar más mujeres a sus equipos, desafiando mitos y estereotipos sobre roles que históricamente han sido considerados exclusivos de los hombres. Sabemos que el talento no tiene género, y que sumar diversas perspectivas fortalece la productividad, la innovación y la sostenibilidad del sector.
Realidad actual de las mujeres en el sector minero peruano
En la actualidad, ¿qué porcentaje representa la fuerza laboral femenina en el sector minero peruano?
El último Boletín Estadístico Minero indica que, de todos los empleos generados en el sector hasta el mes de abril, solo el 7.9% corresponde a mujeres. Esta cifra no solo muestra una desigualdad en el acceso a oportunidades laborales, sino también en la representación de las mujeres en espacios clave de desarrollo, innovación y toma de decisiones dentro del sector. Reflexionar sobre este número nos lleva a reconocer la urgencia de seguir trabajando de forma articulada para cambiar esta realidad.
Esto se debe a una combinación de factores estructurales, culturales e históricos que han limitado la presencia de mujeres en nuestra industria. Este 7.9% no es un número estático: puede crecer con políticas inclusivas, trabajo colaborativo entre Estado, empresas y sociedad civil, y programas que promuevan formación, inclusión y liderazgo de mujeres en minería.
En ese sentido, se hace necesario diseñar estructuras inclusivas que garanticen el acceso, el desarrollo y la permanencia de las mujeres en todas las funciones de la industria, desde el frente operativo hasta la alta dirección. La minería del futuro será diversa o no será sostenible, y para lograrlo necesitamos impulsar entornos libres de sesgos, procesos de selección equitativos y liderazgos comprometidos con el cambio estructural. Este desafío es colectivo y debe estar en el centro de la estrategia de competitividad del sector.
¿Cuáles son los principales obstáculos que enfrentan las mujeres para desarrollarse en la minería peruana?
Uno de los principales desafíos que enfrentamos las mujeres en la minería peruana es la persistencia de estereotipos de género que siguen marcando esta actividad como una “profesión masculina”. Esta percepción limita tanto el ingreso como la permanencia de mujeres en roles operativos o técnicos, ya que muchas veces se duda de su capacidad para desempeñarse en condiciones exigentes o en cargos de liderazgo dentro del sector. A menudo, se las encasilla en funciones administrativas o de soporte, reduciendo sus oportunidades de desarrollo profesional.
Otro obstáculo importante es la falta de políticas inclusivas sostenidas. Aunque algunas empresas han comenzado a implementar acciones para promover la equidad, estas no siempre están acompañadas de indicadores de seguimiento, presupuestos o compromisos de largo plazo. Además, muchas veces los entornos laborales —como los campamentos mineros— no están completamente adaptados para garantizar la seguridad y comodidad de las trabajadoras, lo que afecta directamente su bienestar y permanencia en el trabajo.
También es notoria la desigualdad en las oportunidades de ascenso. Las mujeres tienen una representación muy limitada en puestos de liderazgo y toma de decisiones. A esto se suma la brecha salarial y la escasa oferta de redes de mentoría o acompañamiento que impulsen su crecimiento. La falta de referentes visibles en roles técnicos o directivos también actúa como una barrera simbólica: si no vez a otras mujeres en esos espacios, es más difícil imaginarte en ellos.
Además, muchas mujeres enfrentan dificultades para conciliar la vida laboral y personal, sobre todo en un sector que opera con turnos prolongados y campamentos lejanos a los centros urbanos, especialmente cuando se opta por la maternidad. Este factor, combinado con los roles tradicionales de cuidado que muchas veces aún recaen sobre ellas, limita su participación plena en la industria.
Por último, también encontramos brechas desde la formación. Aún hay una baja presencia femenina en carreras como Ingeniería de Minas, Geología o Metalurgia, lo cual responde no solo a una falta de orientación vocacional con enfoque de género, sino también a patrones sociales que disuaden a las niñas y adolescentes de seguir estos caminos.
Superar estas barreras requiere una acción conjunta del Estado, las empresas y la sociedad civil. Es fundamental implementar políticas inclusivas con enfoque de género, crear entornos seguros y respetuosos, y fomentar una cultura organizacional que valore la diversidad. Al mismo tiempo, es clave visibilizar a las mujeres que ya están aportando al sector y promover programas de formación, mentoring y liderazgo que contribuyan a cerrar las brechas existentes.
El futuro y la sostenibilidad
La minería del futuro apuesta por la digitalización y sostenibilidad. ¿Están preparadas las profesionales peruanas para estos nuevos desafíos?
Desde WiM Perú venimos impulsando activamente la preparación de mujeres profesionales para enfrentar los retos que plantea una minería cada vez más digital y sostenible. Contamos con los Grupos Especializados de Trabajo Técnico (GreaTT), siendo el de Innovación uno de los más activos. En este espacio se desarrollan investigaciones, propuestas técnicas y soluciones aplicadas enfocadas en mejorar la eficiencia, inclusión y sostenibilidad del sector. Además, promovemos la visibilización del talento femenino en áreas tradicionalmente técnicas, fortaleciendo su liderazgo y participación. Estos grupos también organizan webinars, conversatorios y espacios de intercambio sobre nuevas propuestas en innovación, donde nuestras asociadas pueden presentar iniciativas propias o de sus empresas, compartir aprendizajes, y conectar con otras profesionales de la industria.
Asimismo, desde años anteriores venimos participando en la Academia de Digitalización Minera para Mujeres, una iniciativa liderada por Innomotics, la Cámara de Comercio e Industria Peruano-alemana (AHK Perú), el CIDE-PUCP y WiM Perú. Esta academia busca reducir las brechas de género en el sector, brindando a las participantes competencias clave en herramientas digitales y tecnologías emergentes para que puedan asumir roles de liderazgo y aportar activamente al desarrollo sostenible de la minería en el país.
¿Qué mensaje les daría a las jóvenes peruanas que ven a la minería como una industria lejana o poco accesible para ellas?
A las jóvenes peruanas que hoy ven la minería como lejana o poco accesible, quiero decirles con convicción: este sector también es suyo. La minería necesita del talento, la visión y la fuerza transformadora de las mujeres para construir un futuro innovador y sostenible. No dejen que los estereotipos definan sus posibilidades. Hoy más que nunca, hay espacio para ustedes en las operaciones, en la ingeniería, en la sostenibilidad, en la toma de decisiones. Desde WiM Perú trabajamos cada día para abrir puertas, derribar barreras y demostrar que sí se puede. Crean en su capacidad y rodéense de redes que las impulsen. La minería no es solo una industria de recursos, es una industria de oportunidades. Y esas oportunidades también les pertenecen.