En el marco del Resmine 2025, el Gerente General de Electro Dunas y Country Manager del Grupo Energía Bogotá en Perú, Juan Miguel Cayo, participó como panelista en el conversatorio “Minerales estratégicos para la transición energética: el rol del Perú”, donde reflexionó sobre el papel decisivo que desempeñan la minería y la energía en la transición energética global.
La relación entre minería y energía
Cayo resaltó que la relación entre ambos sectores es interdependiente y estratégica, manifestándose en dos dimensiones: la oferta y la demanda.
- Por el lado de la oferta, explicó que la descarbonización sería imposible sin la minería, ya que provee los minerales críticos para el desarrollo de energías limpias. El cobre es esencial para la transmisión eléctrica; el litio, cobalto y níquel para las baterías; el aluminio y la plata para paneles solares; y las tierras raras para imanes y componentes electrónicos. La Agencia Internacional de Energía estima que, para alcanzar las metas del Acuerdo de París, la demanda de litio se multiplicará por 40, y la de cobalto y níquel por 20 y 25 veces, respectivamente.
- Por el lado de la demanda, señaló que la minería representa el 34% del consumo eléctrico nacional en el Perú. Además, resaltó que las empresas mineras están impulsando el desarrollo de proyectos de energías renovables al exigir que su suministro provenga de fuentes limpias y firmar Contratos de Compra de Energía a largo plazo (PPAs), los cuales viabilizan nuevas inversiones en el país.
Retos y oportunidades hacia el futuro
El ejecutivo destacó que la minería debe acompañar la transición energética adoptando mejores prácticas ambientales, respetando los derechos de las comunidades y promoviendo el desarrollo local. Asimismo, subrayó la importancia de garantizar la seguridad de suministro de minerales estratégicos, considerando que más del 60% del litio proviene de tres países (Australia, Chile y China) y el 70% del cobalto de la República Democrática del Congo.
Conclusión
Finalmente, Cayo enfatizó que la minería es un pilar esencial de la transición energética global, sin la cual no sería posible descarbonizar la economía ni enfrentar el desafío del cambio climático.