Uno de los principales cuellos de botella identificados para la exploración minera es el marco legal y fiscal. ¿Qué reformas e incentivos serían indispensables para ganar competitividad y así atraer el capital necesario?
El principal foco debe apuntar a simplificar los procesos para la exploración inicial y mejorar la eficiencia de nuestros procesos regulatorios. La exploración inicial es, por definición, una inversión de alto riesgo y bajos ratios de éxito, por lo que necesitamos asegurar una alta rotación de proyectos, probarlos rápidamente y, de no tener éxito, pasar al siguiente.
Es importante tener en cuenta que durante la exploración inicial no se generan impactos sociales ni ambientales significativos, debido a que estas primeras campañas duran solo algunos meses y el movimiento de tierras es limitado y rápidamente remediable. En ese sentido, los permisos para explorar, especialmente en proyectos donde ya se cuenta con una licencia social, deberían ser más sencillos. Se ha hecho un buen avance con las Fichas Técnicas Ambientales (FTA), pero la mayoría de los proyectos no aplican por los requisitos que tienen. Para una empresa de exploración pequeña o mediana, conocida como junior, pasar de 9 a 18 meses tramitando y esperando aprobaciones para empezar la perforación, es muy difícil. Eso nos vuelve menos atractivos frente a otros países donde uno puede entrar y perforar 3 o 4 proyectos en ese lapso.
La conflictividad social sigue siendo una barrera crítica. ¿Cómo se puede lograr que la exploración genere confianza en las comunidades y no sea vista como una amenaza? ¿Qué mecanismos de participación y beneficios anticipados podrían institucionalizarse?
Este frente siempre será complejo. Sin embargo, un paso que necesitamos reforzar como industria es visibilizar y comunicar más sobre los aspectos básicos de esta actividad. Por ejemplo, qué es lo que hacemos, cuáles son las diferentes etapas de la minería y los beneficios que representa para las comunidades, las regiones y el país. Hay muchos ejemplos de proyectos exitosos que han tenido un impacto positivo en la población, los cuales van más allá del periodo de tiempo que la empresa está explorando.
Hoy, cuando llegamos a tener el primer contacto con las comunidades, suele existir una percepción negativa sobre nuestra presencia y se debe hacer un esfuerzo importante para cambiar esa percepción y generar confianza. Si a través de la comunicación logramos que ese punto inicial sea desde un espacio neutro en vez de uno negativo, se habrá logrado muchísimo.
En paralelo, es siempre importante construir una relación abierta, cercana y transparente con las comunidades, contribuyendo a que las personas puedan identificar las oportunidades de desarrollo que son posibles con la minería. Las comunidades y la población deben tener la oportunidad de crecer con el proyecto, sea a través de programas de desarrollo, políticas de contratación local u otros mecanismos que les permitan avanzar juntos.
El INGEMMET ha avanzado en la cartografía geológica, pero se requiere más data de calidad. ¿De qué manera el Estado y el sector privado pueden colaborar para acelerar la generación y diseminación abierta y accesible de data geo científica para los exploradores globales?
Lo crucial para este tipo de alianzas es hacerlas atractivas para el sector privado. En el Perú, hay mucha y buena información geológica, pero también hay variabilidad en cuanto a la calidad de data registrada a través de los años. Una deficiencia con países vecinos es la cantidad de data geofísica disponible. Para que las empresas privadas inviertan en este tipo de trabajo, debe generarse mecanismos que lo haga atractivo. Por ejemplo, que estas empresas vean que es más rentable obtener esta información geológica a través de un programa público-privado en comparación a obtenerla por su cuenta, y además se ofrezca un periodo de exclusividad razonable, previo a su difusión.
Hoy, algunas empresas están tomando la iniciativa de juntarse con otras empresas para hacer estudios en conjunto, con una inversión compartida que represente un menor costo, para, luego de algunos años, vender esa data a terceros. Es una oportunidad que podría ser desarrollada por el Estado.
¿Cómo posicionar la exploración minera peruana como una base para la transición energética global y, así, ganar una licencia social más amplia a nivel nacional e internacional?
Hace un tiempo escuché una frase de Rohitesh Dhawan, presidente del Consejo internacional de Minería y Metales (ICMM), que me gustó mucho: “No queremos dar solamente el mensaje de que la sociedad nos necesita, queremos que la sociedad nos quiera”. No hay duda alguna que sin la minería no podemos lograr las metas de transición energética y sostenibilidad que tenemos como sociedad. Como industria tenemos un trabajo importante en visibilizar nuestro rol en un mundo sostenible, pero no solo hacia adentro, como la sabemos hacer muy bien, sino hacia afuera.
Debemos ser mucho más activos conversando con la sociedad que puede tener un entendimiento incompleto sobre la minería. Dentro de este discurso, el rol de la exploración minera es claro, necesitamos más minerales de los que conocemos que existen o podemos desarrollar. Si no hacemos más exploración, y tenemos éxito, en 15 años podríamos no tener los recursos para seguir creciendo y avanzando como sociedad.
Finalmente, la exploración requiere geólogos y técnicos especializados. ¿Está el Perú formando suficiente capital humano para liderar la exploración del futuro?
Uno de los principales retos de la industria en el futuro cercano es la falta de talento que atrae la minería. En Estados Unidos, Australia o Canadá, cada vez hay menos estudiantes de carreras técnicas mineras, y ellos no quieren trabajar en lugares remotos o tener sistemas de rotaciones no convencionales. Hoy, el Perú exporta muchísimo capital humano a distintos países mineros porque buscan mucho el perfil y experiencia que se gana aquí. Tenemos una oportunidad enorme de seguir formando talento para el futuro, pero debemos enfocarnos en mantener actualizado el perfil de formación académica, acorde con los cambios acelerados de la tecnología. Asimismo, tenemos que ser más activos frente a la sociedad, mostrando con orgullo el increíble trabajo que se hace en la minería para atraer más talento joven hacia estas carreras.