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Desarrollo: más allá de los recursos naturales

Países bendecidos con recursos naturales comercializables —como Noruega, Australia o Chile— han establecido sus prioridades de desarrollo. ¿A qué apostaron?

Recursos

Para sacar el máximo provecho a la riqueza natural que el Perú posee y a sus potencialidades debemos buscar una mayor diversificación productiva. Y la minería puede gatillar dicha diversificación.

Por ello, muchos países se han enfocado en aprovechar las ventajas que otorga la explotación de sus recursos naturales para diversificarse o planificar el desarrollo de nuevas ventajas competitivas que les permitan ser sostenibles.

Carlos Casas, catedrático de la Universidad del Pacífico, explica que los países que han logrado avanzar hacia otro tipo de planificación y diversificación productiva también han trabajado mucho en institucionalidad y gobernanza, estableciendo metas claras.

El caso noruego

Noruega es un país que destaca por su producción petrolera. Es el mayor productor de Europa, después de Rusia, con 1.7 millones de barriles de crudo anuales promedio y ha establecido acciones para aprovechar al máximo lo que le pueda brindar su “oro negro”, que obtiene principalmente de su zona marina.

Pero no se ha quedado ahí. Desde hace tres décadas ha venido utilizando parte de la renta petrolera para el Fondo Noruego del Petróleo, un mecanismo que apunta a salvaguardar los ingresos de la explotación del recurso para las futuras generaciones a través de un fondo de macro estabilización y que también usa para financiar servicios públicos de alta calidad, programas de bienestar social y grandes proyectos de infraestructura.

Pese a que su puntalproductivo aún es la industria petrolera, se ha comprometido plenamente con la transición energética, impulsando programas de conversión a la electromovilidad y el uso interno de fuentes de generación renovable, con la promoción de programas para el desarrollo de tecnología vinculada a estos dos grandes temas. El Gobierno noruego sabe que los recursos son finitos y prepara al país hacia la siguiente etapa mundial del uso de energía, una era en la que no quiere perder protagonismo. Todo esto lo viene logrando sobre la base de instituciones sólidas y confiables.

Desde Oceanía

Pero este no es el único caso. Australia ha definido acciones para aprovechar el extraordinario impulso económico que le ha brindado el precio del cobre para apuntar a desarrollar una industria alrededor de lo que mejor sabe hacer: minería, ampliando sus expectativas de desarrollo.

Así, Australia ha aprovechado su desarrollo minero y ha impulsado una industria de proveedores a través del sector Mining Equipment Technology and Services (METS), que son los grandes proveedores mundiales y líderes en innovación para la minería. El exviceministro de Minas, Ricardo Labó, indica que Australia es un claro ejemplo de cómo la minería sí puede generar mayor impacto en un país. Explica que, con este objetivo, el Gobierno ha involucrado a todos los actores productivos, incluyendo a aquellos sectores que están vinculados al desarrollo tecnológico.

“Las universidades en Australia sirven para desarrollar plantas piloto, testeos, y también ven temas sociales, plantean soluciones de distinta índole, pero no solamente desde el punto de vista técnico, sino también de habilidades más blandas. Australia comenzó con esto hace 30 años”, señala.

En el vecindario

Quizás sea uno de los ejemplos más próximos al Perú, pues se trata de uno de nuestros competidores en el mercado mundial del cobre. Sin embargo, resulta necesario mirar qué hizo nuestro vecino: Chile.

El principal productor de cobre a nivel mundial viene utilizado los ingresos generados por la industria minera para invertir en educación, salud, infraestructura y programas de reducción de la pobreza, fomentando la innovación y el emprendimiento en sectores como la energía renovable y la tecnología.

Actualmente, Chile es uno de los países que más investigación está desarrollando en la región alrededor de las ventajas del hidrógeno, que es una de las nuevas fuentes de energía en un mundo sostenible. Asimismo, se ha comprometido con el desarrollo de ciencia y tecnología a través del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt).

También en Asia

Apuntar hacia la diversificación de la economía puede convertirse en un objetivo para orientar los recursos obtenidos por la bonanza de la producción de recursos naturales.

De alguna manera, Emiratos Árabes lo ha entendido así y ha desarrollado programas acelerados de diversificación productiva, alentando, con recursos petroleros y gasíferos, el desarrollo de sectores como la aviación, finanzas, el desarrollo de energía renovable y turismo. Con este último propósito ha construido impresionantes infraestructuras, como el rascacielos Burj Khalifa y las islas artificiales Palm Jumeirah, para hacer del turismo una fuente importante de ingresos en un futuro con menos petróleo.

Arabia Saudita, su vecino, también está utilizado recursos obtenidos por la venta del “oro negro” para impulsar su economía y diversificarla a través del programa “Visión Saudita 2030”. Este plan considera que el futuro de este país estará asociado al turismo, energías renovables, así como la industria petroquímica y la del entretenimiento, por lo que debe generar fondos para fortalecer estos sectores.

¿Y el Perú?

¿El Perú debería pensar en algo similar? Casas indica que nuestro país ya es diversificado, contando con sectores como agricultura, comercio, servicios, construcción y un amplio etcétera. La preocupación, explica, es que estas actividades no son suficientemente productivas, como la gran minería. Y esto se debe, entre otras cosas, a que dichos sectores contienen una carga potente de informalidad.

Casas sostiene que una meta para nuestro país debe ser trabajar mucho más en la institucionalidad, generar confianza, y en la reducción de la informalidad. Con estas condiciones, los demás sectores podrán desarrollarse con mayor amplitud, afirma.

El también exviceministro de Minas, Rómulo Mucho, indica que la principal preocupación del Estado (Gobiernos central y regionales) debe ser alentar la investigación y la tecnología, que permita dar un nuevo impulso a sectores ya existentes. De ahí la importancia de destinar recursos del canon minero a las universidades. Mucho explica que aún hay un uso ineficiente de estos recursos y que no se ha trazado aún un plan de largo plazo que organice mejor este propósito.

Incluso algunos países africanos, como como Botsuana y Ghana, han establecido planes de desarrollo a partir de la explotación de recursos naturales, como petróleo, gas y oro. Ghana ha lanzado el plan “Agenda de Crecimiento Compartido y Desarrollo” para utilizar los ingresos de estos recursos en programas de infraestructura, educación, salud y desarrollo rural. Mientras que Botsuana ha priorizado la inversión en desarrollo social.

¿Hacia dónde debe apuntar el Perú? “Ese es un aspecto que debe responder a un debate amplio”, señala Mucho. Casas, por su parte, sugiere una mejor planificación de los objetivos del Perú como país y a la persistencia en ellos, pues los planes suelen ser de corto plazo y se descontinúan al poco tiempo. Quizá cambiar este aspecto pueda llevarnos al éxito.