La Compañía Minera Zafranal, controlada en un 80% por la canadiense Teck Resources, presentó ante el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) el Primer Informe Técnico Sustentatorio (ITS) de su proyecto de explotación de cobre en Arequipa.
El documento, que actualmente se encuentra en evaluación, contempla una inversión de más de US$ 330 millones para la optimización y ampliación de infraestructura en uno de los principales proyectos de cobre en la región.
El proyecto Zafranal, ubicado en los distritos de Huancarqui, Lluta, Majes y otras zonas de las provincias de Castilla, Caylloma y Arequipa, prevé la extracción de 441 millones de toneladas de mineral de sulfuros y 502 millones de toneladas de desmonte de roca. El procesamiento del mineral se realizará en una planta concentradora con una capacidad de hasta 80,000 toneladas por día, mientras que los relaves serán almacenados en un depósito diseñado para operar durante 19 años.
Nueva infraestructura y expansión
Según el informe presentado, Zafranal ha proyectado una serie de modificaciones al Estudio de Impacto Ambiental Detallado (EIA-d) aprobado en el 2023, con el objetivo de mejorar el rendimiento de sus operaciones y reducir los impactos ambientales.
Entre las principales modificaciones planteadas en el proyecto se encuentra la actualización de la huella de la Planta de Procesos, la optimización del sistema de transporte de relaves y del sistema de recuperación de agua, así como modificaciones en las líneas de transmisión eléctrica de 220kV, 66kV y 33kV.
De la inversión total, US$ 28 millones corresponden específicamente a nuevos componentes que se incorporan en este ITS, entre ellos un nuevo campamento para contratistas, la construcción de nueve plataformas de usos múltiples, nuevos accesos a estas plataformas, un depósito de material orgánico y la instalación de dos chancadoras móviles.
El documento técnico aclara que los cambios propuestos no representan un mayor consumo de agua ni alteraciones significativas en la disposición de residuos u otras condiciones ambientales relevantes. Por el contrario, buscan optimizar el diseño del proyecto mediante ajustes en la infraestructura de transporte de agua, dimensiones de plataformas de perforación, caminos de acceso y otras adecuaciones logísticas.
La revisión ambiental de estas modificaciones, de acuerdo con el cronograma previsto, podría tomar entre tres y cuatro meses.
Las obras derivadas de estas modificaciones están previstas para ejecutarse en un plazo de tres años, siempre que se obtengan las aprobaciones regulatorias correspondientes.
Apuesta por el cobre
El concentrado de cobre producido será transportado en camiones hasta el puerto de Matarani, reforzando el papel de Arequipa como eje estratégico para la minería y la exportación de minerales en el país. La operación contempla el abastecimiento de agua mediante una batería de 27 pozos en la zona de Majes El Pedregal y se desarrolla sobre 17 concesiones mineras a cargo de la compañía.
El proyecto, enclavado en una zona semiárida entre los 1,400 y 2,900 m.s.n.m. –y con una inversión estimada en US$ 1,263 millones–, apunta a convertirse en un actor relevante para la producción nacional de cobre en los próximos años. Además, forma parte de la cartera de proyectos priorizados por el Gobierno peruano para reactivar la inversión minera en el 2025.
De concretarse los procedimientos regulatorios y financieros previstos, su construcción podría iniciarse durante este año, contribuyendo a mantener a Perú como uno de los principales productores de cobre a nivel global, en un contexto de creciente demanda internacional.