En su exposición durante la Cumbre Minera de PERUMIN 37, el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, envió un mensaje directo al próximo gobierno: mantener la estabilidad macroeconómica debe ser la prioridad absoluta para el país.
Velarde recordó que el Perú ya vivió las consecuencias de un mal manejo de la economía en la década de 1980, cuando la hiperinflación y la pérdida de confianza destruyeron las bases de crecimiento. “Los años 80 nos costaron 30 años de no crecer. Recién en el 2003 recuperamos los niveles de ingreso previos a esa crisis. Todo lo que se avanza en 25 años puede perderse por un desmanejo macroeconómico”, subrayó.
El banquero central defendió el rol del BCRP y la importancia de su autonomía, explicando que su mandato único de preservar la estabilidad de precios ha sido clave para evitar episodios de alta inflación. “Hoy la gente no tolera la inflación, y ese es un avance fundamental frente a países vecinos. Esa conciencia debe mantenerse”, afirmó.
Asimismo, sostuvo que la estabilidad macroeconómica es un activo estratégico que genera confianza y permite al Perú diferenciarse en un escenario global de elevada incertidumbre, tensiones geopolíticas y riesgos financieros. “Un objetivo único y claro —controlar la inflación— es lo que ha dado fortaleza al Banco Central. Sería deseable que más instituciones del país funcionen con la misma claridad de propósito”, señaló.
Velarde enfatizó que la predictibilidad en la conducción económica es esencial para atraer inversión y garantizar que los choques externos no deriven en crisis internas. “La estabilidad es la mejor garantía para el desarrollo de largo plazo. No podemos arriesgarnos a repetir los errores del pasado”, concluyó.