En el Perú, más de la mitad de la población enfrenta inseguridad alimentaria moderada o grave, según el Programa Mundial de Alimentos (2024). Frente a esta realidad, la Asociación UNACEM impulsa desde el año 2022, el programa Manka Kusi, que mejora las condiciones de la cocina, la educación nutricional y la organización comunitaria en 95 ollas comunes de Manchay, beneficiando a 7,000 vecinos de Lima Sur. En el Día Mundial de la Alimentación, la iniciativa demuestra cómo la mejora de los espacios y la capacitación pueden ser aliados clave en la lucha contra la desnutrición y la inseguridad alimentaria.
Manka Kusi, que en español significa “Olla de Alegría”, promueve la instalación de módulos de cocina prefabricados de 30 m², equipados con pisos de cemento, lavaderos, techos resistentes y conexiones de agua y desagüe. Estas mejoras han transformado las condiciones de trabajo de las lideresas comunitarias y permiten preparar alimentos en espacios más seguros, higiénicos y dignos para la comunidad.
Desde su creación, el 100% de las ollas comunes atendidas aplican buenas prácticas de higiene y han desarrollado iniciativas económicas. Además, el 78 % implementó estrategias de marketing y promoción para fortalecer su sostenibilidad. En cuanto a infraestructura, más de 25 ollas ya cuentan con su módulo de cocina, y durante 2025 se vienen sumando nuevas unidades. Además, gracias al aumento de ingresos y al trabajo con aliados, la tenencia de equipos de refrigeración creció del 15 % en 2023 a más del 56 % a la fecha, mejorando sus condiciones sanitarias y operativas.
Asimismo, los beneficios van más allá de la infraestructura, pues un estudio del Programa Piso Firme en México, publicado por la American Economic Association, demostró que reemplazar pisos de tierra por cemento reduce significativamente los casos de anemia, diarrea y parasitosis infantil. Ensayos recientes en Bangladesh (proyecto CRADLE) también confirman que los pisos de concreto disminuyen la exposición a patógenos y mejoran la salud infantil.
“El cemento y el concreto son verdaderos motores del desarrollo, porque no solo hacen posible la infraestructura, sino también el progreso y el bienestar de las comunidades. El impacto más profundo se alcanza cuando estas obras van de la mano del desarrollo de capacidades y del empoderamiento de las organizaciones sociales. La evidencia internacional demuestra, además, que contar con pisos de concreto mejora la seguridad alimentaria, la salud —especialmente la infantil— y el bienestar de las familias. En ese sentido, cada módulo de infraestructura de cocina en Manka Kusi representa mucho más que una mejora física; es una inversión en calidad de vida, salud y desarrollo humano”, señaló Irene Arellano, directora ejecutiva de la Asociación UNACEM, institución que forma parte de Grupo UNACEM.
El impacto se refleja en historias como la de Geanina León, presidenta de la “Olla Común 6 de Marzo” en Manchay. “Antes cocinábamos en locales sin piso ni desagüe; ahora tenemos una cocina segura, con lavadero y agua corriente. Aprendimos sobre nutrición, higiene y gestión de recursos, y hoy generamos ingresos propios con pequeñas ventas. Eso nos da independencia y dignidad para seguir ayudando”, comenta la ganadora de la “Mejor organización de Olla Común en Lima” de los premios SUMMUM.
A tres años de su creación, Manka Kusi se consolida como un modelo replicable de desarrollo sostenible que une infraestructura, educación y salud pública. Con cada módulo, las ollas comunes de Lima Sur no solo alimentan cuerpos, también construyen futuro, bienestar y esperanza.