Compañía de Minas Buenaventura confirmó que su proyecto aurífero San Gabriel, ubicado en el distrito de Ichuña, provincia de Sánchez Cerro, en la región Moquegua, iniciará su producción en la última quincena de diciembre, según declaraciones de su CEO, Leandro García, a la revista Semana Económica.
El anuncio del inicio específico para diciembre se produce en un contexto en el que el proyecto reporta un avance del 90% en sus trabajos finales, tal como lo informó García durante su participación en el Foro de Líderes Mineros Nacionales, en Perumin 37. En ese entonces, el ejecutivo señaló que la compañía se preparaba para “obtener su primera barra de oro antes de fin de año”. San Gabriel es un proyecto subterráneo de oro y plata, con una producción estimada de entre 150,000 y 160,000 onzas de oro anuales.
Respecto de la autorización formal para el comienzo de las operaciones, la compañía indicó a Desde Adentro que el inicio de la producción “depende de la autorización de operación, cuya inspección por parte de la autoridad competente ya se está coordinando” y que se esperaba que se lleve a cabo en noviembre. La empresa se mostró confiada en superar este trámite, afirmando que “no observamos riesgos significativos que puedan comprometer el inicio oportuno de la producción” y reafirmando que se mantienen dentro del cronograma para el cuarto trimestre del 2025.
Más allá de los plazos, un pilar fundamental para Buenaventura ha sido la gestión social y la relación con las comunidades aledañas al proyecto. Al ser consultados sobre cómo se mantendría y fortalecería esta relación una vez iniciada la fase operativa, la compañía enfatizó que “la relación con las comunidades es sólida y positiva”. Explicaron que, durante la etapa de construcción, se procuró incluir proveedores locales dentro de la cadena de valor del proyecto, una práctica que buscan sostener y potenciar.
“Creemos que el trabajo en conjunto con las empresas comunales, buscando fortalecer sus capacidades técnicas y administrativas, va a ayudar a enfrentar los próximos retos del proyecto”, detalló la empresa. Este enfoque busca no solo asegurar la sostenibilidad social de San Gabriel, sino también generar un impacto económico duradero en el distrito de Ichuña. En cuanto a la generación de empleo, destacaron que la implementación de los programas de capacitación y entrenamiento en alianza con CETEMIN les ha permitido mejorar los niveles de empleabilidad de la gente del distrito.
Con el inicio de San Gabriel a la vista, Buenaventura consolida un nuevo pilar de producción dentro de su portafolio de minas, buscando establecer un modelo de operación que integre el éxito financiero y operativo con el compromiso social y el desarrollo local.



