El proyecto Integración Coroccohuayco avanza conforme a los hitos técnicos y regulatorios establecidos, en línea con los procedimientos que Antapaccay desarrolla desde el inicio de sus operaciones en Espinar, señala Karim Batallanos, gerente general de Compañía Minera Antapaccay. El proceso, explica el ejecutivo, está alineado con los hitos establecidos y con los estándares ambientales y sociales que demanda una iniciativa de esta envergadura.
“A fines del 2024 presentamos ante el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) la Segunda Modificación del Estudio de Impacto Ambiental detallado (MEIA-d), que actualmente se encuentra en evaluación”, refiere Batallanos.
Mientras avanza esa revisión, Antapaccay desarrolla en paralelo la ingeniería necesaria para los permisos de construcción, la adquisición de equipos críticos y la preparación de las licitaciones para los trabajos tempranos.
Batallanos detalla que, “si todo progresa conforme al cronograma regulatorio, esperamos iniciar los trabajos preliminares de la etapa de Ejecución el próximo año, con miras a que Coroccohuayco entre en producción hacia el 2028”. La inversión estimada supera los US$ 1,800 millones y permitirá extender la vida útil de la operación hasta aproximadamente el 2040.
Impacto proyectado
El impacto proyectado para Espinar y la región Cusco es significativo. Coroccohuayco asegura la continuidad operativa de Antapaccay y, con ello, la permanencia de un ecosistema económico que ha demostrado capacidad para generar empleo local, fortalecer encadenamientos productivos y dinamizar la actividad de proveedores comunales y regionales.
“Durante la etapa de construcción, estimamos la creación de más puestos de trabajo, siempre con prioridad en la mano de obra local”, agrega Batallanos.
En términos de producción, Coroccohuayco permitirá alcanzar alrededor de 350,000 toneladas anuales de cobre fino, un volumen que incrementará los recursos del canon y regalías mineras para la región Cusco, decisivos para financiar infraestructura social y actividades productivas en su zona de influencia.
Desafíos y frentes
Los desafíos del proyecto se concentran en los frentes social y ambiental. En ese sentido, Batallanos subraya que el trabajo con las comunidades se basa en un diálogo constante y transparente orientado a construir confianza. “Parte de este diálogo está asociado al proceso de compra de tierras, el cual, entendemos, es un proceso sensible y que venimos trabajando con transparencia, bajo criterios de equidad, priorizando acuerdos voluntarios y respetando la legislación y los usos y costumbres locales”, afirma el ejecutivo de Antapaccay.
En el ámbito ambiental, Coroccohuayco integra los aprendizajes de la operación actual, aprovechando sinergias que reducen su huella de afectación. Esto incluye el uso de infraestructura existente, como las plantas de procesamiento y el depósito de relaves ubicado en el ex pit Tintaya. El diseño tecnológico incorpora una faja transportadora de más de siete kilómetros que conectará el nuevo tajo con la planta de Antapaccay, reduciendo el transporte por carretera y, por tanto, sus impactos asociados. A ello se suma una operación que utiliza energía 100% renovable certificada, reutiliza el 99% del agua industrial y trabaja bajo certificaciones ISO 14001 e ISO 50001.
Aportes
La visión de Antapaccay no se limita a la operación minera. En los últimos cuatro años, sus seis mecanismos de aporte a la región Cusco —empleo local, fortalecimiento de proveedores, Convenio Marco, Obras por Impuestos, convenios directos y recursos del canon y regalías— han movilizado más de S/ 4,000 millones en iniciativas de desarrollo. Estos recursos se han traducido en mejoras de infraestructura educativa, proyectos de saneamiento y electrificación rural, servicios de salud comunitaria y fondos concursables orientados a la competitividad de proveedores locales y al emprendimiento.
Antapaccay busca asegurar que sus resultados sean medibles y sostenibles para, así, contribuir al bienestar y al futuro del territorio donde opera.



