En las alturas de Huancavelica, la agricultura enfrentaba bajos rendimientos mientras se perdían prácticas ancestrales. Las familias de los distritos de Andaymarca, Colcabamba y Surcubamba luchaban por asegurar su alimentación e incrementar la producción.
Frente a esto, la Central Hidroeléctrica Cerro del Águila, de Kallpa Generación, impulsó Sumaq Sara, un proyecto que rescata y fomenta el conocimiento milenario de esta zona del Perú.
La iniciativa se desarrolló en seis comunidades mediante la gestión social compartida. Se identificó y acompañó a 574 productores, aplicando la metodología “aprender haciendo” con los yachachiq (maestros campesinos). Se revalorizaron prácticas como el arado de madera (chakitaqlla), siembra según fases lunares, amunas (almacenamiento de agua), canales ancestrales de riego, ofrendas a la Pachamama y trabajo comunal (ayni), integrándolas con un monitoreo técnico moderno.
El sistema de monitoreo y evaluación fue continuo y participativo, incluyendo visitas técnicas, reuniones comunales y encuestas de satisfacción, pues ajustaron las acciones en tiempo real y validaron los resultados con los propios beneficiarios.
El impacto del proyecto fue contundente. La productividad del maíz aumentó en 26%, superando la meta inicial del 15%, al pasar de 747.9 kg/ha a 1,021 kg/ha en la campaña 2024-2025. Este incremento no solo mejoró la seguridad alimentaria de las familias — que destinaron el 25% de la producción al autoconsumo—, sino que también dinamizó la economía local, ya que el 75% restante se comercializó en mercados de la región.
Además, los ingresos familiares crecieron en 30%, y el 100% de los agricultores integró al menos una práctica ancestral con técnicas modernas, asegurando la sostenibilidad cultural y productiva del modelo. Alineado con los ODS 3, 5, 8, 10 y 13, Sumaq Sara se constituyó en un ejemplo de cómo la colaboración empresa-comunidad, basada en el respeto y la integración de saberes, puede cosechar prosperidad y resiliencia en los Andes.



