El pasado 29 de septiembre, en el marco del Future Energy Summit —uno de los encuentros más importantes de la región sobre innovación y sostenibilidad en el sector energético—, Cristian Remolina, gerente general de ISA Energía, participó en el panel “La visión estratégica de los grandes actores para el impulso de la Transición Energética de Perú”. A través de su intervención, la compañía resaltó la importancia de fortalecer la infraestructura eléctrica nacional para acelerar la descarbonización del sector y reafirmó su compromiso con la transición energética.
Para ISA ENERGÍA, la transición energética en el Perú necesita una hoja de ruta clara y medidas concretas. El país debe priorizar la expansión de la infraestructura de transmisión para integrar proyectos renovables, además de invertir en redes inteligentes y sistemas de almacenamiento que garanticen la estabilidad del suministro.
“Actualmente, en ISA ENERGÍA, ejecutamos nueve proyectos de transmisión en alta tensión, que garantizarán un suministro de energía confiable y beneficiarán a más de 12 millones de peruanos. Nuestra ambición es convertirnos, al 2040, en la energía que da vida a la transición; por ello, apostamos por proyectos rentables y eficientes, redes resilientes frente a fenómenos naturales y soluciones limpias y justas, que impulsen la descarbonización y generen un impacto positivo en las comunidades”, señaló Remolina, durante su participación en el evento.
Además, el ejecutivo resaltó que el sector también debe responder al crecimiento de la demanda eléctrica con inversiones anticipadas y marcos regulatorios modernos. Asimismo, debe habilitar servicios complementarios, como la incorporación de inercia sintética al sistema eléctrico, que permitirá robustecer la red, incrementar su confiabilidad y garantizar un suministro competitivo para los usuarios.
Con más de 23 años de operación en el país y una inversión acumulada superior a US$ 3 mil millones en transmisión eléctrica, ISA ENERGÍA reafirma su rol como aliado estratégico del Estado peruano en la construcción de un sistema energético sostenible y justo, que impulse el desarrollo integral del país.