En la minería subterránea, el uso intensivo de cemento Portland en el relleno en pasta para asegurar la sostenibilidad de los tajos mineros generaba una huella de carbono elevada, costos logísticos crecientes y una fuerte dependencia de proveedores ubicados a largas distancias en la unidad minera Cerro Lindo (Ica).
Esta situación afectaba la continuidad operativa, aumentaba los riesgos asociados al transporte y hacía necesario un modelo más eficiente, seguro y ambientalmente responsable.
Frente a este reto, Nexa implementó el proyecto “Cemento con propósito”, orientado a optimizar el uso y abastecimiento del cemento mediante una innovación técnica, una mejora logística y una gobernanza colaborativa.
La propuesta se consolidó tras validar en el laboratorio y en pruebas industriales durante seis meses en operación el uso de un cemento tipo HS, capaz de mantener la resistencia requerida, reduciendo el consumo total sin afectar la calidad del relleno en pasta.
Con esta base técnica, la empresa rediseñó su esquema de suministro, incorporando a Cementos Inka como proveedor regional en Pisco, lo que disminuyó significativamente las distancias recorridas, aseguró un stock más estable y redujo los riesgos asociados al tránsito pesado hacia la mina.
La reconfiguración de la cadena logística, sumada a la optimización del almacenamiento y el rediseño de rutas internas, redujo desplazamientos innecesarios, fortaleció la seguridad operativa y redujo la huella de carbono del insumo. Además, la optimización del insumo redujo en 10% el consumo de cemento. Con el proveedor regional, las emisiones asociadas al transporte disminuyeron en 1,200 tCO2eq anuales. Asimismo, la incorporación de operadores locales dinamizó la actividad productiva en Ica y fortaleció el impacto económico del proyecto.
Estos avances no solo consolidaron una operación más limpia y eficiente, sino que también reforzaron la relación de Nexa con su entorno regional y demostraron el potencial de integrar sostenibilidad y competitividad en la gestión minera.



