Cada obra en una ciudad con miles de años de historia implica un riesgo: dañar o afectar fragmentos de nuestro pasado. Ese fue el desafío que asumió Cálidda al expandir las redes de gas natural en Lima y Callao, una metrópoli con más de 400 sitios arqueológicos registrados.
Lo que para cualquier proyecto podría verse como una complicación técnica se transformó en una oportunidad para generar valor social y cultural. Así nació el Programa de Gestión Sostenible del Patrimonio Cultural, un modelo que integra arqueología preventiva, conservación, innovación y accesibilidad educativa.
El problema de fondo —la posibilidad de que los hallazgos se invisibilicen o queden restringidos al ámbito técnico— se convirtió en un impulso para acercar el patrimonio a la ciudadanía. Para ello, el programa se ejecuta en alianza con el Ministerio de Cultura y diversas municipalidades, lo cual consigue una gestión conjunta de los bienes arqueológicos y una divulgación sostenida en el tiempo.
El proceso combina la protección y puesta en valor de más de 2,200 hallazgos arqueológicos con la creación y el fortalecimiento de espacios expositivos accesibles en varios distritos. Además, incorpora nuevas tecnologías como la impresión 3D, reconstrucciones digitales, realidad aumentada y realidad mixta, que facilitan la comprensión y generan experiencias multisensoriales innovadoras.
Estas acciones se articulan con el ecosistema del Gran Museo Cálidda, un repositorio virtual que alberga toda la información digital que la empresa ha desarrollado sobre sus colecciones y que ya superó el medio millón de visitas. El desafío también implicó llegar a distritos con menor oferta cultural; por eso, el programa impulsó la creación de museos itinerantes que visitan colegios y espacios públicos, alcanzando a más de 20,000 estudiantes de primaria y secundaria. A ello se suma la formación de 264 voluntarios culturales, un capital social clave para la sostenibilidad de los proyectos.
El impacto es evidente: 149,072 personas beneficiadas, descentralización cultural efectiva, mayor apropiación del patrimonio, innovación expositiva y uso de tecnología para el aprendizaje. Cálidda convirtió una contingencia propia de sus obras en una plataforma educativa que proyecta el pasado hacia el futuro.



