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Redefiniendo la sostenibilidad: la mirada desde el sector minero energético

En los últimos años, la visión del sector minero energético peruano sobre la sostenibilidad ha evolucionado. Lo que hace unos años era un complemento —una mención necesaria en presentaciones corporativas o reportes anuales—, así como el cumplimiento con la normatividad, es hoy un principio que también define la identidad de cada empresa.

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En el panorama empresarial peruano, la sostenibilidad ya no se percibe como un departamento aislado o una iniciativa de relaciones públicas. Se ha convertido en un principio rector, un marco para la toma de decisiones y, en muchos casos, en el propio propósito corporativo.

LAS MANERAS DE LA SOSTENIBILIDAD

Desde Adentro conversó con quince gerentes relacionados con las prácticas o la difusión de temas de sostenibilidad en algunas empresas líderes del sector minero energético, que revelan un entendimiento común: la verdadera sostenibilidad trasciende el cumplimiento normativo para integrarse en la estrategia central del negocio, generando valor compartido, con un enfoque integrado e independiente.

En el sector minero, Compañía Minera Antamina concibe la sostenibilidad como “la capacidad de generar valor compartido a largo plazo”, implementando un modelo multiactor que articula a diversos actores en su ámbito de intervención. Evidencian su compromiso mediante una cartera de más de 70 proyectos por más de S/ 2,000 millones a través de Obras por Impuestos, enfocados en salud, saneamiento y educación. “No nos limitamos a ‘cumplir con la ley’, sino que trabajamos con una visión estratégica y de largo plazo”, sostiene Claudia Cooper, vicepresidenta de Sostenibilidad.

Asimismo, Tamiko Hasegawa, gerente de Sostenibilidad e Innovación de Anglo American Perú, declara que para ellos la sostenibilidad “es una forma de pensar, actuar y relacionarnos con el entorno”. Ejemplifica esto con el esquema hídrico de valor compartido de Quellaveco, que incluye la presa Vizcachas, y con la primera flota autónoma de camiones del Perú. “Nada de esto está en una norma. Son decisiones que tomamos porque creemos que la minería es parte activa de la solución climática y social”, afirma.

Para la distribuidora eléctrica Luz del Sur, por ejemplo, la sostenibilidad es una manera de gestionar su organización y que llevan en su “ADN”, entendiéndola como “la generación de valor a largo plazo para nuestros grupos de interés, integrando criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en cada aspecto de nuestras operaciones”, sostiene Alfredo Melly, subgerente de Relaciones Corporativas de la empresa eléctrica. Este enfoque evidencia una estrategia basada en la innovación y una cultura respaldada por comités específicos y certificaciones internacionales como la ISO 14001 e ISO 37001.

En Ferreycorp, por otro lado, Patricia Gastelumendi, gerente corporativa de Finanzas, afirma que creen en la sostenibilidad como “un motor de creación de valor compartido”. Su propósito, “Juntos creamos desarrollo”, guía cada decisión, reflejando un compromiso de décadas que va más allá del marco regulatorio.

Sodexo Perú, según Juan Montoya, Country Managing Director de la empresa, entiende la sostenibilidad como “el eje que guía todas sus acciones”. Su programa “Better Tomorrow 2028” se traduce en operaciones ecoeficientes, como el uso de robots de limpieza y lavadoras de bajo consumo, que han reducido hasta en un 45% el uso de agua y energía. “La sostenibilidad no solo es una responsabilidad, sino también una fuente real de eficiencia, innovación y competitividad”, asevera.

PROPÓSITO ELÉCTRICO Y AMBIENTAL

En la generadora Fenix Power, Saúl Marín, subgerente de Sostenibilidad, explica que este concepto nace del propósito de la empresa: “Transformamos la energía, en equilibrio con el planeta”. Este compromiso se materializa en proyectos tangibles como la primera planta de hidrógeno verde en una central eléctrica del Perú, que en el 2024 produjo 5,200 m³, evitando emisiones significativas de CO2. Además, destacan programas sociales como “Agua de mar que transforma vidas” y una gestión circular con la valorización de 204 toneladas de residuos.

Por su parte, Cecilia Tagata, subgerente de Sostenibilidad y Comunicaciones de la empresa de transmisión eléctrica ISA Energía, entiende la sostenibilidad como “un modelo de gestión integral” que se proyecta más allá de las comunidades o un negocio tradicional, asumiéndola como “una transformación estructural”. La evidencia incluye la certificación Carbono Neutro por ICONTEC tras compensar más de 5,000 toneladas de CO2 y reconocimientos nacionales que avalan la gestión de la empresa. En el día a día, esto se traduce en iniciativas como “Huertos en Línea” y “Jardín Medicinal Praderas de Vida”, que impactan positivamente en más de 40,000 personas.

A su vez, Cecilia Rabitsch, vicepresidenta de Asuntos Sociales, Medio Ambiente y Sostenibilidad de ENGIE Energía Perú, afirma que para ellos la sostenibilidad es “un marco de referencia para la toma de decisiones, es nuestra manera de operar”. Su estrategia se sostiene en cuatro pilares: Clima, Naturaleza, Comunidades y Economía Circular. Rabitsch argumenta que, al integrar estos criterios en la operación misma, no es necesario “evidenciar” que van más allá de cumplir con las normas, pues es una “consecuencia lógica de la eficiencia y el desempeño empresarial”.

Luis Alburqueque, gerente de Gestión Social de Kallpa Generación, señala que la sostenibilidad es “un principio transversal”, promoviendo un modelo de “gestión social compartida”. Su enfoque va más allá del cumplimiento con proyectos educativos como “Kipi, la niña robot” para escuelas rurales, programas de reforestación que producen 35,000 especies anuales y sistemas fotovoltaicos para comedores populares. “La sostenibilidad no es un concepto abstracto: es una práctica diaria que guía nuestras decisiones, fortalece nuestra cultura y da sentido a nuestra misión de generar energía con propósito”, asegura.

GOBERNANZA, DIVERSIDAD Y VALORES

La gobernanza también es un componente fundamental de la definición de sostenibilidad. Mirtha Rodríguez, directora corporativa de HSSEQ y Sostenibilidad de Komatsu – Mitsui Maquinarias, afirma que la compañía gestiona la sostenibilidad bajo una estrategia estructurada en cuatro pilares: Social, Ambiental, Diversidad e Inclusión, e Integridad. Y que ellos demuestran su compromiso con estos pilares mediante una sólida gobernanza, incluyendo comités de sostenibilidad y diversidad que reportan trimestralmente a la alta dirección. Su participación activa en redes como Women in Mining Perú, donde alcanzaron la categoría Platino, y programas internos como “Talento Warmi” y “CEO por un día”, reflejan, además, la integración de su estrategia con temas de diversidad e inclusión. “La sostenibilidad no es una tendencia ni un requisito, es parte de nuestra identidad”, sostiene.

A su turno, Juan Daniel Rojas, Managing Director en la firma de ingeniería y consultoría Weir Perú, define la sostenibilidad como “la capacidad de generar valor a largo plazo”, mientras que contribuyen a que la minería sea más eficiente y responsable. Para ellos, la prueba de que van más allá de la norma reside en “soluciones que ayudan a nuestros clientes a reducir sus emisiones, consumo de agua y generación de residuos”, vinculando además indicadores ESG al desempeño ejecutivo.

Para la consultora y auditora PwC Perú, la sostenibilidad corporativa es “la forma en que los intereses sociales, ambientales, económicos y de buen gobierno se integran con nuestros valores, cultura y toma de decisiones”. José Luis Velásquez, socio Líder de Sostenibilidad y Cambio Climático de la firma, explica que sitúan la sostenibilidad en el centro de su estrategia de negocios, “adelantándose a las tendencias” como una ventaja competitiva. Juana Mollo, socia Líder de Human Capital de PwC, añade que materializan esta visión con campañas como “Cambio yo, cambia el mundo”, buscando un efecto en cadena a través de la acción individual.

María Luisa Ángeles, gerente corporativo de Sostenibilidad del Grupo UNACEM, sostiene que la sostenibilidad es “el principio que orienta nuestras decisiones”. La evidencia de esto incluye una Hoja de Ruta hacia la Carbononeutralidad al 2050 y trabajos de conservación como la primera Área de Conservación Privada de Lima en las lomas de Pachacámac. “La sostenibilidad está integrada en nuestra Cultura UNA (Unión, Negocio y Acción), que define la forma en que operamos, colaboramos y tomamos decisiones”, asegura.

ADN EN HIDROCARBUROS

En Primax, Gina Vega, gerente de Asuntos Corporativos, explica que entienden la sostenibilidad como “la capacidad de generar valor compartido”, impulsada por el programa “Energía que nos conecta”. Sus acciones medibles incluyen más de 75 estaciones con eficiencia energética, la primera electrolinera gratuita del país y el liderazgo en la masificación del GNV y del GNL. “La sostenibilidad forma parte del ADN corporativo y se vive en cada nivel de la organización”, destaca, reflejándose en iniciativas de inclusión como “Somos Energía” y “Mujeres Estrella”.

Finalmente, Jackeline Tapia, subgerente de Sostenibilidad de Cálidda, define su concepto como “la integración equilibrada y estratégica de dimensiones ambiental, social y de gobernanza en todas las decisiones del negocio”. Lo evidencian en iniciativas como la Ruta de Descarbonización voluntaria y el Programa de Gestión del Patrimonio Cultural. “En Cálidda, la sostenibilidad es parte de nuestro ADN. Nuestros colaboradores la viven de manera natural, incorporando en su día a día pequeñas y grandes acciones”, concluye.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

En conjunto, todas estas visiones pintan un panorama alentador. La sostenibilidad en el Perú ha evolucionado de un concepto abstracto a una práctica concreta y medible, arraigada en la cultura empresarial. Es un compromiso que se demuestra con estrategias de largo plazo, innovación tecnológica, inversión social significativa y, sobre todo, con la convicción de que el éxito empresarial está indisolublemente ligado al bienestar de las personas y la salud del planeta.