¿Qué hechos considera que fueron los más destacados del 2021 en la minería?
Es importante destacar el inicio de las operaciones de Mina Justa, en Ica, con inversiones de alrededor de US$ 1,600 millones, que generarán empleo y una dinámica favorable en la economía de la región y del país, en general. Otro aspecto fundamental ha sido el contexto internacional favorable en los precios de los minerales, que permitirá una recaudación tributaria de más de S/ 14,000 millones este año, más de tres veces lo recaudado en el 2020. Ello, por un lado, debe ayudar a la recuperación económica de la crisis dejada por la COVID-19, y, por otro, genera el reto de promover un uso eficiente y de calidad de estos recursos que beneficien a la población y permitan la reducción efectiva de brechas en las regiones donde operamos. Lamentamos que se haya presentado hechos negativos vinculados a la conflictividad social que exigen una actuación del Gobierno para restablecer el Estado de Derecho y evitar precedentes que afecten a las operaciones actuales y al desarrollo de proyectos futuros.
¿Qué lecciones deja el 2021 en el sector minero?
Es necesario reflexionar en torno al esfuerzo conjunto que deben realizar el Estado, las empresas y las comunidades. Ello, a fin de asumir compromisos que, desde las competencias y funciones que corresponden a cada parte, permitan el desarrollo territorial de las poblaciones de nuestro entorno, promoviendo el cierre de brechas económicas y, de esta manera, haciendo visible el aporte de la minería y la presencia del Estado para las comunidades. Por otro lado, hay muchas actividades que realizamos como sector en beneficio de las regiones donde operamos que no son conocidas por la población. Por ejemplo, nuestro rol en la crisis sanitaria ha sido fundamental. Además, en el marco de nuestra gestión de Responsabilidad Social hemos desarrollado proyectos valiosos vinculados a temas ambientales, calidad del agua y generación de empleo local, entre otros, que promueven la mejora de la calidad de vida y el desarrollo sostenible de las comunidades. Es preciso comunicar e informar más respecto a estos esfuerzos del sector.
¿Qué retos quedan pendientes para el 2022?
En principio, trabajar en estrategias preventivas en torno a la gestión de la conflictividad social. Asimismo, debemos promover la mejora en la ejecución de los recursos provenientes del sector minero por parte de las autoridades, para lo cual venimos trabajando propuestas. Por otro lado, requerimos seguir trabajando en mantener y mejorar la competitividad del sector, lo que involucra mantener el esquema tributario actual, con tasas progresivas en función del incremento de utilidades; seguir trabajando en propuestas de simplificación administrativa de los más de 200 procedimientos que deben tramitarse ante 29 instituciones del Estado; y reducir el riesgo regulatorio que involucra una amenaza a la seguridad jurídica, a la continuidad de las operaciones y al desarrollo de nuevos proyectos.
¿Cuál cree que será el principal aporte del sector en el 2022?
La minería puede ser el motor de crecimiento y desarrollo de nuestro país. Tenemos en cartera proyectos que representan más de US$ 56,000 millones en inversiones y 2.5 millones de empleos formales. Es preciso poner en valor estos proyectos. Se estima que en el 2022 las contribuciones provenientes del sector sean de un orden similar a las del 2021, pues el contexto internacional sigue siendo favorable. Los aportes que puede brindar el sector en el 2022 y los siguientes años corresponden no solo a la generación de recursos para las regiones, que con una gestión eficiente pueden llevar bienestar y mejora de calidad de vida a la población, sino que también están asociados a la generación de empleo formal, la dinamización de las economías locales y ser pioneros en el desarrollo de tecnología, entre otros. Somos un aliado estratégico del Estado para el crecimiento de nuestro país, el cierre de brechas y del desarrollo sostenible de las regiones donde operamos.
