Pasada la compleja coyuntura que implicó la paralización de las operaciones de Cuajone, el presidente ejecutivo de la empresa cuprífera Southern Perú Copper Corporation, Óscar González Rocha, se dio un tiempo para hacer un balance de lo avanzado y lo que viene para una de las mineras más importantes del país.
¿Qué resultados alcanzaron al cierre del 2021 en producción y ventas? ¿Qué balance hacen de ellos?
En el 2021, las ventas fueron de US$ 4,370.8 millones comparadas con US$ 3,153.6 millones del 2020, lo que representó un aumento de 38.6%. Esto se debió principalmente a un mayor volumen de ventas de molibdeno, y a mejores precios de todos los metales. La producción de cobre alcanzó aproximadamente 860 millones de libras.
¿Qué proyectos en cartera consideran claves para este año y por qué?
El proyecto que tenemos listo para iniciar su construcción es Tía María, pero estamos a la espera que existan condiciones adecuadas para generar más de 9 mil puestos de trabajo directos e indirectos durante el desarrollo del proyecto. Lamentablemente, hemos suspendido nuestras inversiones hasta que haya un clima más propicio para las inversiones en general.
¿De qué manera la innovación está presente en el desarrollo de sus proyectos?
Nuestra política es incorporar tecnología de punta más eficiente en términos de consumo de energía y que sean amigables al ambiente. La innovación siempre la tenemos presente.
¿Cómo están trabajando en el desarrollo de las comunidades que los acogen? ¿Qué proyectos ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) vienen para este año?
Desarrollamos un vasto programa de apoyo social de manera directa y, también, a través de Obras por Impuestos, apoyando al estado a que se concreten obras de interés social. Obras por Impuestos permite que en menor tiempo se ejecuten las obras que el Estado considera de interés. Directamente, apoyamos iniciativas de la comunidad, sea en la actividad agropecuaria u otras iniciativas, como podría ser las de capacitación, que fortalece sus competencias y su empleabilidad tanto en la minería como en otras actividades económicas.
¿Cuáles son los principales retos de la minería peruana para proyectarse a la próxima década?
El Perú tiene un gran potencial geológico. Sin embargo, son los gobiernos locales, regionales y nacional quienes deben orientar a la ciudadanía sobre la ruta del desarrollo. La minería representa una oportunidad en términos económicos que impacta favorablemente también en términos sociales y ambientales si las autoridades emplean adecuadamente los aportes de la minería.
¿Qué otros proyectos tienen en la mira y cuáles consideran son los principales desafíos para poder llevarlos a cabo?
El que está listo para iniciar su construcción es Tía María y, también el proyecto de ampliación de la mina Cuajone, pero se requiere seguridad jurídica, respeto a la propiedad y sobre todo a nuestros trabajadores y a sus familias. Southern Perú cuenta con campamentos donde los trabajadores habitan con sus familias y no es dable que se haya cortado el suministro de agua para generar un conflicto que durante los 45 años previos no existía y que, por otro lado, las autoridades hayan dejado pasar tanto tiempo para restablecer el estado de derecho.
La promesa de Michiquillay
¿Ya se recibió el permiso para comenzar con la exploración de Michiquillay?
Esperamos iniciar las exploraciones a fines del presente mes. Con el apoyo local y el respaldo de las autoridades nacionales, se logrará incrementar y consolidar la importante participación del Perú en el mercado mundial del cobre.
¿Cómo este proyecto podría impactar en la región Cajamarca?
El estimado de inversión en el proyecto Michiquillay es de US$ 2,500 millones y la producción anual alcanzaría 225 mil TM de cobre. Consideramos que será un gran impulso para la generación de empleo directo e indirecto, tanto en la etapa de construcción como durante la vida útil de la mina. Al igual que en el desarrollo de otros proyectos, el volumen de inversión permitirá disminuir la pobreza y fortalecer instituciones como los gobiernos locales y el gobierno regional, quienes en conjunto reciben el 95% de los recursos del Canon y Regalías Mineras, y la universidad local, quien también se beneficia porque contará con 5% del total para realizar investigación que impulse la dinámica económico-social en la región Cajamarca.
¿Ahora que se está dialogando con la comunidad cercana a Cuajone, cómo ve la posibilidad de ampliar este proyecto minero?
La Mesa de Trabajo que se está llevando a cabo en Cuajone es independiente de la voluntad de la empresa por invertir más en el Perú. La Mesa tiene su propia dinámica. Cuajone es un yacimiento con un volumen de reservas importante que debemos poner en valor, incrementando la producción de concentrados que, junto a las 400 mil TM producidas por la nueva concentradora de Toquepala, harían viable la construcción de una segunda fundición con capacidad de procesar un millón de toneladas de concentrados de cobre. Ello generaría miles de puestos de trabajo y consolidaría a Southern Peru como la empresa minera que añade más valor agregado a su producción. Además, se ampliará la refinería de Ilo, una de las localidades que ha alcanzado el más alto Índice de Desarrollo Humano en el país, lo que demuestra el beneficioso impacto económico y social de nuestra presencia en Moquegua desde 1960.