La comunidad campesina de Pumamarca vivió una jornada de profunda emoción con la inauguración y entrega de la capilla San Juan Bautista, una obra financiada por Minera Las Bambas, enmarcada en un compromiso cumplido fruto del diálogo y trabajo conjunto entre empresa y comunidad.
La ceremonia congregó a autoridades comunales, representantes de Las Bambas, miembros de la empresa ejecutora, el párroco de la parroquia Virgen Asunta de Tambobamba y numerosos pobladores, quienes participaron con entusiasmo en este importante acontecimiento.
La capilla, levantada sobre un terreno de 200 metros cuadrados, dispone de altar, sacristía, campanario, servicios higiénicos, instalaciones eléctricas y un amplio espacio para la feligresía. Cuenta además con acabados de calidad como pisos de porcelanato, veredas, una campana de bronce, bancas y puertas de madera. Esta edificación no solo será un lugar de oración, sino también un espacio de encuentro y esperanza para toda la comunidad.
Esta obra fue ejecutada por la Asociación de Desarrollo Las Bambas en un plazo de 90 días e involucró mano de obra local no calificada, fortaleciendo la participación comunal y el sentido de pertenencia de los habitantes.
Durante el acto inaugural, el presidente de la comunidad, Rubén Huamaní, manifestó su satisfacción:
«Estamos muy felices por esta capilla y por los avances en nuestra comunidad. Hoy se cumple un compromiso importante y esperamos que la empresa continúe apoyándonos con más obras. Esta capilla será la casa de nuestro patrón San Juan Bautista y un espacio para nuestras actividades religiosas», señaló.
Por su parte, el padre Flavio Ferro bendijo la obra y agradeció a quienes hicieron posible su realización:
«Esta capilla será un lugar para celebrar los sacramentos de iniciación cristiana y otras actividades que nos acercan a Dios. Es un espacio para reencontrarnos con la gracia divina», expresó emocionado.
La entrega de esta obra representa mucho más que una infraestructura, simboliza una relación sólida entre la comunidad y la empresa, y constituye un ejemplo de cómo el desarrollo puede ir de la mano con la promoción de los valores y la identidad cultural de los pueblos.