En 1996, un grupo de empresas que se dedicaba a exploraciones en zonas remotas y de altura, especialmente mineras juniors extranjeras, compartió una gran preocupación con la entonces Sociedad de Minería y Petróleo, pues aún no se sumaba el sector eléctrico al gremio. ¿Qué se podía hacer si ocurría un accidente en una zona de acceso complicado o alguien enfermaba en un lugar lejano de un centro de salud o un hospital?
En el Perú no existía una central que atendiera esos casos de emergencia de forma privada. Una opción era crear un grupo de rescate, como los bomberos, muy equipados para una atención rápida. Pero hubiera representado un costo muy grande. En su lugar se creó el SARCC (Centro Coordinador de Búsqueda y Salvamento, en español), un equipo con contactos en todo el país, encargado de coordinar y encontrar la mejor forma de solucionar una emergencia con los recursos existentes, desde conectar con especialistas hasta contratar un helicóptero.
Inicios
El SARCC comenzó en febrero de 1997 con 17 compañías asociadas. Hoy, con 25 años de funcionamiento, cuenta con el respaldo de más 63 empresas minero energéticas y de servicios. Su central de comunicaciones atiende las 24 horas del día y cuenta con una amplia base de datos de expertos, empresas, instituciones, gobiernos regionales y otras entidades que pueden dar una mano. “Cuando recibimos la llamada de una empresa solicitando ayuda, lo primero que hacemos es levantar toda la información para definir qué opciones tenemos para actuar. Luego, buscamos los medios materiales y personales más cercanos para atender la emergencia”, explica Enrique Saavedra, gerente del SARCC, que con el tiempo pasó a llamarse solo por sus siglas.
Si se trata de un accidente o un tema de salud, el SARCC contacta a sus asesores médicos con las personas que requieren la ayuda para estabilizar al paciente y ganar tiempo en su atención. Hay una serie de variables para definir cómo responder a la emergencia: la hora, la distancia, la gravedad del caso, el número de personas afectadas, si hay materiales peligrosos, etc. Un traslado por vía aérea puede ser la opción para llegar a un hospital cuando no hay tiempo que perder. Aunque los helicópteros tienen limitaciones y solo pueden volar de día, y en todo el país tienen pocos puntos de recarga de combustible.
“Si la emergencia es en Cerro de Pasco, el helicóptero que sale de Lima debe pasar por Jauja por el combustible, tanto a la ida como al regreso”, dice Saavedra. “Hoy tenemos menos helicópteros en el país para estas operaciones que hace 25 años”, añade.
Rango de acción
Con los años, el SARCC ya no atiende solo emergencias médicas sino situaciones donde la gente requiere ayuda. Por ejemplo, quedarse sin combustible en medio de la nada. El ámbito de servicio es más amplio. “Ahora somos muy activos con la gestión de grupos de interés”, añade Saavedra. El SARCC participa junto a otras entidades compartiendo información sobre eventos que perjudiquen a las vías importantes para la actividad minera como la Carretera Central o el Corredor Vial Sur.
Otro grupo de interés reúne a empresas de hidrocarburos para capacitarlas, atender y prevenir derrames de combustible en tierra. El SARCC también tiene un servicio de plan de viaje. Este consiste en monitorear a las personas en tránsito para saber si se encuentran bien y llegaron a su destino.
Cuando el SARCC no está atendiendo asuntos urgentes, se dedica a emitir a sus asociados reportes permanentes sobre accidentes o incidentes como choques o bloqueos en las carreteras, y condiciones meteorológicas. También brindan diversas capacitaciones gratuitas y a pedido de sus asociados. Entre ellos, primeros auxilios, seguridad en exploraciones, uso de cuerdas y extintores, cursos de supervivencia sobre cómo armar refugios o protegerse de animales peligrosos.
“Las empresas muchas veces pueden manejar sus emergencias con sus propios equipos. Sin embargo, cuentan con el SARCC como plan de contingencia”, afirma Saavedra. “Si al final nos necesitan, estamos listos”.
Comenzó en febrero de 1997 con 17 compañías asociadas. Hoy, con 25 años de funcionamiento, cuenta con el respaldo de más 63 empresas minero energéticas y de servicios.
