El Perú tiene importantes reservas de gas natural, pero aún existe una brecha en el acceso a este recurso. ¿Qué factores limitan la masificación del gas natural en el país? ¿Cómo podrían superarse?
Creo que no hemos entendido claramente que, para ser más eficaces, necesitamos tener concesiones en todas las regiones. Esto significa tener empresas de distribución de gas natural, así como existen empresas eléctricas de distribución y empresas de agua en todas las regiones.
Por el contrario, solamente se trabajó en siete regiones con un esquema tarifario que, al inicio, era cruzado. Luego, se aplicó un mecanismo de financiamiento como el FISE que, lamentablemente, no se terminó de implementar. La única región que tiene una concesión parcial y activa es Piura , porque tiene una demanda que puede atraer inversiones. Entonces, lo que requiere el país son mecanismos diferentes para poder otorgar concesiones. Un mecanismo que está en el reglamento es el cofinanciamiento, aunque sería un proceso largo, por concurso y región por región.
Otra opción que deberíamos evaluar es la ampliación de las concesiones existentes. Tener un concesionario en las regiones hubiese sido el camino más rápido para construir gasoductos y conectar hogares. Eso debemos tenerlo claro. Pero, es algo que se ha confundido en todos estos años con el tema del gaseoducto. Lo que hace un gaseoducto es interconectar regiones; lo que hace una distribuidora es repartir el gas a los clientes finales y puede llegar por gaseoductos virtuales. Entonces, debe haber un cambio en la priorización.
En la mayoría de los países, primero, se construyen gasoductos virtuales o se define un distribuidor que comienza a crear infraestructura en la región. Sin una red de distribución, ya sea eléctrica o de gas natural, en una ciudad nadie se puede conectar. Por eso, creo que es un tema de orden de prioridad y estrategia.
El norte del Perú tiene una alta demanda energética, especialmente en industrias como la agroexportación y la manufactura. Sin embargo, el acceso al gas natural aún es limitado. ¿Qué proyectos de infraestructura (gasoductos, redes de distribución o plantas de licuefacción) se necesitan para impulsar la masificación del gas en esta región, y cuál es su viabilidad económica?
El norte tiene concesionarios como Gasnorp, en Piura, y Quavii, en Lambayeque y La Libertad. El problema del norte es que los concesionarios no tienen mecanismos para hacer más inversiones en redes. Lo que tenemos que hacer es modificar el marco regulatorio para ampliar esa infraestructura.
Por otro lado, el tema de las tarifas también es primordial. La gente piensa que mientras se les cobre más barato a los usuarios, es mejor; pero no se dan cuenta de que cuando el gas es muy barato, ya no sale a cuenta ofrecer el servicio. Entonces, creo que los reguladores tienen que ser imparciales, no buscar tarifas más baratas ni tampoco las más caras, sino las correctas, las que ayuden a mejorar las condiciones del servicio a los ciudadanos o a ampliar el servicio. Esa es una tarea pendiente.
¿Qué papel debería tener el Estado frente al de las empresas privadas en la expansión del gas natural? ¿Han sido efectivas las alianzas público-privadas en este sector?
El mecanismo que ha funcionado algo al menos ha sido el de concesionarios. Pero, lamentablemente, el gas natural no tiene las mismas condiciones que las de una concesión eléctrica, como el tiempo de duración de las concesiones, que son de plazo indeterminado. Ese factor hace que el concesionario de gas natural esté más limitado en su accionar.
Petroperú tiene una tarea pendiente: mejorar su refinería. Por ello, no creo que sea conveniente que se ocupe del servicio de gas natural. Hoy, tiene que poner toda su energía, todo su personal para solucionar el problema que se tiene y no pedir más rescates al Estado por la refinería, que nos ha pasado la factura a todos. Entonces, lo único que hay que hacer es mejorar la regulación y equiparar los contratos de gas natural con los eléctricos, que es lo que funciona.
Los proyectos de exploración y explotación de gas natural a menudo enfrentan la oposición de las comunidades. ¿Cómo se puede equilibrar el desarrollo de la industria con el respeto a los derechos territoriales y ambientales?
Creo que un grupo de ciudadanos está en contra de los proyectos porque siente que no generan un cambio en su calidad de vida y porque no se han cerrado las brechas sociales. El marco técnico actual del sector está a la par de la industria internacional. Es muy seguro y pide muchas cosas. ¿Qué hay que hacer? Cambiar los esquemas de cierre de brechas. Lo puede hacer el sector privado con parte de las regalías que tiene que dar al Estado y hacer intervenciones únicas, es decir, una sola intervención donde se hace todo, ya sea una posta, una escuela o una planta de tratamiento de agua potable.
Finalmente, ¿qué oportunidad tiene el Perú para integrarse a un mercado energético regional o exportar sus excedentes de gas natural?
Los países de Latinoamérica debemos aprovechar las fortalezas energéticas que tenemos, que provienen del agua y del gas. Ambos recursos deben ser la base de la generación de cada país y de ahí podemos proyectar cuánto necesitamos para complementar la demanda con energías renovables no convencionales. Entonces, teniendo en cuenta este concepto, ya se están gestando proyectos de integración de gas natural en donde el eje va a ser Argentina, porque es el país que tiene más volumen de gas natural a la fecha y sería bueno para el Perú poder interconectarse. Por eso, es importante tener un plan de ductos, pero es imprescindible también usar el gas natural en las regiones. Esa es otras de las tareas pendientes que deberíamos hacer.