El evento virtual “Del Riesgo a la resiliencia: Adaptación climática en operaciones mineras”, organizado por Nexos+1 y Libélula, sirvió como plataforma para evidenciar el compromiso y la evolución del sector minero peruano frente al cambio climático. La cita reunió a expertos y representantes de empresas líderes, quienes compartieron casos prácticos, aprendizajes y la hoja de ruta que están siguiendo para “blindar” sus operaciones y a sus comunidades vecinas frente a los impactos climáticos.
En ese sentido, Lesly Zamora, especialista ambiental de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), ofreció una mirada panorámica y cuantificada de las acciones climáticas en adaptación del sector, iniciando con un dato revelador: 15,249 m2 rehabilitados de humedales y bofedales, un indicador de alto valor ecológico que impacta directamente en la gestión hídrica.
Además, detalló que las acciones de adaptación se alinean plenamente con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), concentrándose en los sectores agua, bosques y agricultura, con énfasis en seguridad hídrica y resiliencia ecosistémica.
Predominan medidas de eficiencia, reúso y restauración, que integran infraestructura natural y soluciones basadas en ecosistemas. Mencionó específicamente los reservorios de agua construidos en la sierra del Perú, que permiten a las comunidades contar con agua en épocas de lluvia y de sequía, beneficiando también a sus áreas de cultivo.
Zamora también dedicó un espacio para destacar la respuesta coordinada del sector frente a la amenaza del fenómeno El Niño del 2024. En colaboración con entidades gubernamentales como el Consejo de ministros, el Ministerio de Defensa y la Autoridad Nacional del Agua (ANA), se identificaron coordinadores regionales en áreas de potencial afectación para evaluar recursos y protocolos de ayuda, evitando así duplicar esfuerzos.
Para cerrar su intervención, Zamora señaló que el análisis evidencia “un compromiso muy sólido y una constante madurez” en el sector, destacando que muchas de las acciones reportadas en el 2024 son la continuación de proyectos iniciados hace una década, lo que habla de una visión de largo plazo en la industria.
Sin embargo, también se identificaron desafíos. “Todavía persiste el reto de fortalecer los sistemas de reporte y monitoreo”, afirmó, para vincular de manera más precisa las acciones implementadas con indicadores concretos que reflejen su efectividad. Subrayó, además, la necesidad de generar espacios de articulación interinstitucional que faciliten la implementación de acciones y sumen los esfuerzos de las empresas privadas a las metas nacionales.
Finalmente, Zamora comentó que estos avances pueden verse opacados si no se enfrentan con urgencia las actividades ilegales. “La minería ilegal es una de las mayores amenazas a los ecosistemas, principalmente a la Amazonía. Es urgente hacer frente a esta y otras actividades ilegales como la tala ilegal y el tráfico de insumos, que ocasionan graves impactos al ambiente y afectan la sostenibilidad del país y el planeta”, sostuvo.
Otras experiencias
El evento se complementó con las experiencias compartidas por un panel de expertos de empresas mineras. Nataly Yubel, ingeniera de Medio Ambiente de Cierre de Minas de MARSA, expuso cómo la sostenibilidad se integra desde la planificación misma de las operaciones de la empresa liberteña. Detalló que su programa de “cierre progresivo” se ejecuta paralelamente a la operación minera y que incluye actividades diseñadas para que la población local pueda subsistir una vez que la mina concluya su vida útil. Entre estas acciones mencionó la educación ambiental para niños, capacitaciones en manejo de residuos, campañas de desparasitación y asesoría técnica para el cuidado del ganado, y prácticas de mejoramiento de pastizales que incluyen la caracterización de suelos y la entrega de semillas. “Todo esto con el objetivo de potenciar una ganadería sostenible, [en la] que la comunidad vea una opción rentable a futuro”, explicó.
Por su parte, Milton Alva, superintendente de Obras por Impuestos de Newmont, comentó que la empresa se ha enfocado en la solución de una brecha hídrica específica. Explicó que, tras un trabajo conjunto con diversos actores, se identificó un portafolio de 12 pozos tubulares que permitirán reducir significativamente el déficit de agua en Cajamarca. Para materializar estos proyectos, Newmont identificó el mecanismo de Obras por Impuestos como una oportunidad para la ejecución de estos, ya que es una herramienta que permite al sector privado gestionar proyectos de infraestructura pública.
Asimismo, Pablo Alcázar, gerente de Asuntos Públicos y Comunitarios de Sociedad Minera Cerro Verde, compartió la experiencia innovadora de la minera arequipeña en reúso de agua en Sudamérica. Relató cómo, a pesar de haber duplicado la capacidad de almacenamiento de agua de la cuenca con la construcción de represas, la empresa tomó una “audaz e interesante” decisión en el 2010: en lugar de usar más agua natural, decidieron limpiar el contaminado río Chili y construir una planta de tratamiento de aguas residuales para Arequipa. “Somos quizá la única empresa minera de gran escala en Sudamérica que trata el 95% de las aguas de una ciudad metropolitana y usa una parte de esa agua tratada en su proceso minero”, afirmó. Este proyecto, financiado en su totalidad por Cerro Verde con una inversión superior a los US$ 500 millones, no solo aseguró agua para su operación, sino que devolvió la salud al río, permitió el riego de más de 13,000 hectáreas con agua de calidad y revitalizó las zonas turísticas y gastronómicas de la ciudad, todo sin un costo adicional para los arequipeños en sus recibos de agua.
Para concluir el evento, Marian Buraschi, directora de Negocios Sostenibles de Libélula y moderadora de la sesión, resumió el espíritu del encuentro: “Estos espacios permiten presentar casos concretos para acercar los temas de cambio climático a los negocios”.



